sábado, 18 de diciembre de 2010

La Igualdad en la Ecuación de la Muerte Vial: Un Vehículo es un Revólver en manos inexpertas y alienadas por la maligna persuasión de agentes codiciosos.

En estas horas Jueces capitalinos tipifican como homicidas a los matadores de gente inocente por irresponsabilidad tarada en la conducción de vehículos.
En tanto, la Real Academia Española debe modificar la acepción de autos en su Diccionario plagado de oscuras neutralidades  socio-conceptuales.
He aquí una propuesta de cambio en el lexicón:
AUTO: "Instrumento mecánico de doble propósíto, matar y tansporte de personas y de cargas, con un tan grande potencial de desplazamiento que llega a anular la capacidad  reflexiva  de la conduccion de sus choferes, transformándose en un riesgo para ellos y especialmente para los peatones u otros transeúntes".
¡Son armas los automóviles tan mortíferas como las de fuego tradicionales, y se han encapsulado en un mismo riesgo urbano y carretero por su función criminal, identificándose como un solo instrumento de muerte y destrucción!
160 km/h.en la ciudad. El cadáver quedó debajo;dos camas en Urgencia de Traumatología del Hospital, y un reciente ciudadano de pleno derecho ya en la cárcel. Fue ayer.
¡Qué conste! Los autos cubren sentidas necesidades de la vida actual. Pero cada vez la potencia que se les da, más las incitaciones del riesgo que se alimenta desde distintos agentes de mediación publicitaria y conductual en el terreno de la psiquis, han conformado un cocktail letal:la de una manga de loquitos tarados que andan por las calles matando gente.
No pertenecen a una sola clase social.
La locura se apropia de toda la demografía social.
La epidemia destruye familias y deja secuelas de dolores irreparables.
Las técncias de la persuasión médiática -descontroladas en su codicia- sacan de circulación a mucha gente:los que se van del todo, falllecidos...y los que al encierro carcelar.

  • No se hace aquí referencia a los imponderables que crean accidentes indeseables e inimputables.
    Nos referimos exclusivamente a los dramas que se producen por la actitud culposa  de los irracionales conductores “abombados” que conviven junto al resto de la población.
    Se insiste que no parcializamos parcializamos  el asunto yendo hacia juicios hemipléjicos,  acusando en masividad a los "riquitos" que la locura también alcanza a los "pobrecitos" .Hoy el acceso económico a una unidad motorizada no es fácil, es facilísiimo. Y bueno, tal fenomeno ha traido añadiduras luctuosas.
    De hacer la falsa oposición, planlteamos mal el tema y las soluciones serán más esquivas en la atención de la masacre automovilística actual que padece el país.

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