martes, 7 de septiembre de 2010

Las Cosas que Veo por las Calles ...¡de Montevideo!... qué desde el mar los vieron venir!

Remolque con chapa trucha de Soriano....Pescadores en Reclamos razonables

Tuve que ir por una diligencia a la Aduana montevideana en zona portuaria. En el ingreso denominado “Yacaré”, encontré un super camión de los que se afectan al transporte de containers. Reconstaté algo que ya sabía. Una chapa matricula con la K de Mercedes, Soriano, iniciada en el número 36. ¡Viejísima y fuera de circulación desde hace años! Aun en lejana deuda la obligatoria reposición con las actuales KMA.
Una clara evasión municipal en medio de un problema de patentes que el olímpico e inoperante Congreso de Intendentes no le encuentra solución, mientras se aumentan alcaldías, concejales y ahora Comisariatos de Presidencia de la República en el Interior, afofando mas el Estado cuando se prometió con registros histriónicos reformarlo .
(Perdóneseme si apenas puedo contener una sonrisa que se me escapa, empujada por la lánguida ironía de la decepción ante el creciente debilitamiento de la credibilidad en la palabra de los hombres públicos).
Al retornar del puerto no ligué y, en vez de tomar por la Rambla, subí buscando el centro y ya en la Avda. 18 de Julio a la altura de la Sala Zitarrosa y Plaza del "Entrevero" de  don José Belloni, quedé con el coche embretado por una manifestación obrera que se movilizaba por toda la calzada rumbo a la Torre Ejecutiva de Plaza Independencia, sede del Gobierno, para hacer oír sus reclamos en tiempos de elaboración del presupuesto Quinquenal del país.
Casi una hora me llevó el “encierro” entre pancartas, banderas al viento y gente que coreaba sus consignas, todo en respetuosa calma y organización.
Quedé paralizado largo rato junto a la gente del ramo de la pesca, viéndose claramente en los manifestantes el rostro curtido por soles marinos y borrascas tempestuosas en el Río de la Plata y Atlántico, ejercicio del corajudo trabajo de dominar las artes de la piscicultura extractiva.
Eran obreros de verdad.
Reclamaban para tener un mayor control de los recursos ictícolas regularizando las explotaciones de todos los frutos del mar.
Promovían además otras propuestas de muy significativo recibo en lo personal como trabajadores y como miembros de una sociedad que en general ha permanecido muy ajena al mar pese a la enorme extensión de las costas uruguayas,más afectadas hasta hoy para el lucro productivo de las zafras turísticas balnearias, buena arena, yodo, olas y sal. Así se destacan entre diversos reclamos los que siguen:
Crear un ente testigo en la pesca.
Desarrollar la construcción naval, incluida la artesanal.
Soberanía alimentaria; y precios populares para el pescado.
Luchar contra la depredación de la riqueza , eliminándose el sistema de arrastre que expolia los ciclos de crecimiento de las especies.
Diversificar las capturas.
Los frutos del mar -que son del pueblo uruguayo- están siendo explotados en beneficio de empresas inescrupulosas y muy bien “apadrinadas”,amparándose en que el Uruguay carece de una auténtica política de Estado en la materia .Y hay que preservar el recurso administrándolo en beneficio de todos los orientales y no de los caníbales.

La Barca de los Sueños laborales por la Avda.18 de Julio de Montevideo.

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