sábado, 10 de abril de 2010

Mientras Tanto me Preparo para esa Fantasiosa Probabilidad.


-“El Hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores. No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Tal fuese un actor representando su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es la vida misma? Por eso la vida parece un boceto .Pero si un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.” Milan Kundera, checo, en “La insoportable levedad del ser”.(1984)

Quedé fuertemente impresionado cuando leí las afirmaciones del personaje de Milán Kundera en su novela “La insoportable levedad del ser”, suplementándose el efecto de la obra en forma más suave cuando al cine fue adaptada..
En medio de un contexto histórico particular –años que preanunciaban el desflecamiento del denominado socialismo real- dos ejes integrados plantean sin embargo las viejas dudas existenciales de todos los tiempos de la humanidad. Y dejan el entorno de un derrumbe político en plano subsidiario, o relativamente estimulante en todo caso de reflexiones singulares,aunque en definitiva se elevan a las categorías de universales en todo espacio y cronologías.
¿Cuál es la razón de existir dentro de una vida finita que nace y muere? ¿Venimos de otra existencia y nos aguarda una posterior?
A partir de las interrogantes se fue abriendo el gran caleidoscopio de la filosofía, de la religión y de la ciencia. Cada una con sus respuestas, sus colores, sus silencios, sus aproximaciones, agnosticismos y sus ignorancias cautivas de esperanzas de prognosis que sean aleccionantes de dudas y temores. Cada cuál con sus taxonomías y enfoques diversos. A veces excluyéndose, en otras complementándose al bucear síntesis y sincretismos asaz eclécticos.
Mientras tanto, yo, Alfredo, ¿tuve una vida anterior? ¿Tendré una próxima? Si por misterio inasible me dieran a elegir una nueva existencia, ¿la querría similar a la que hoy llevo?
Adelanto que ante esta fantasía planteada a tanta gente y que aquí retroalimento, ya me fatigué de esa cierta petulancia clisé de afirmar por muchos un rotundo. Por lo menos, antes de dar mi veredicto, estudiaría las razones de un No. Después, veríamos…Mientras tanto me preparo para tal eventualidad.

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