viernes, 24 de abril de 2009

Un Nuevo Deporte LLega a Nuestras Playas .

Los términos invertidos: Cabeza abajo; los pies arriba.Ocure en la rambla pociteña, zona media de la Expo Louvre.



















Exploraciones iniciales parecería que las hace un nuevo deporte buscando adeptos, público fiel y su promoción, alentando el riesgo de las destrezas atléticas que se exigen, muy hostiles en sus "vueltas de carnero" hacia atrás o adelante. Se parte de plantar sostén en un cordón firme en altura y buscar el suelo arenoso de una playa, pongamos la de la rambla de los Pocitos, recorriéndose la distancia hasta que la gravedad interponga el suelo como meta final .
Mientras pretendía controlar el colesterol malo y lograr una mejor funcionalidad a mi poli artritis con intentos de sostén terapéutico, no siempre domeñables con caminatas y pastillas, encontré sorpresivamente un cuarteto juvenil en sus aprestamientos y ensayos preliminares.
Amables suspendieron la sesión. Me dijeron que recién comienza a difundirse la actividad, denominada con una fonética anglo sajona la que por deficiente oído personal y malos profesores en el Liceo -mal educado y peor aprendido en los fonemas al uso de Shakespeare y de los Simpson -sin un intérprete o traductor, no pude captar ni una miserable sílaba orientadora.

Se originó este proto deporte en Francia y es, decididamente, inadecuable que lo practiquen ejemplares de la categoría veteranos pues la vejetud alteraría todo el metabolismo, atentándose igualmente contra las leyes de la biomecánica si la presión exterior está sobrecagada.
Una mala maniobra, un cálculo erróneo, acerca peligrosamente la tabla de despegue con esa atroz e inmediata cercanía sólida que pone punto final a la fuerza de la gravedad. Si el impacto se plastifica con elasticidades de analogías solicitadas al caucho, dispuesto a colaborar en tren de amortiguar los contactos articulares de vértebras lumbares y cervicales, amén de la potencia de los músculos eyectores y la coordinación colectiva del diseño anatómico, no pasaría nada irremediable. De lo contrario...mejor sería concurrir con la urgente fraternidad de una ambulancia veloz en estado de excelente disponibilidad mecánica y de manejo a las citas de entrenamientos y de competencias.
- ¿Trajeron chicos un vehículo?, pregunté más como fiscal que como abuelito temeroso de las correrías de estos nietos crecidos.
-No, noo....por ahora no...pero prevemos riesgos controlando desbordes ocasionales de adrenalina cuando no le damos con el timing. Claro, nos cuidamos, y sabemos que hay riesgos lo cual es fundamental para tomar providencias y madurar respetos, me replicó el más novicio con aire agriado. No estaba molesto, pero en el tono denunciaba sutilmente que el tiempo de mi agenda de requisitoria intrusa estaba claudicando.
Entendí de inmediato que sería mejor calmar mi impertinencia de mala onda ya que el mozalbete receptor de mis dudas no compartía mi alarma precautoria a la que consideraba, supongo, de acentos mórbidos , que poco le faltaría para ser necrológicos.
- Nos cuidamos, señor, adujo otra vez quedo y cansino, censurando sin alardes y con cinismo de buena clase, mis precauciones de vejete inmóvil ante tanto desborde de juvenil plasticidad.
Muy distantes estaban localizadas en mi gastada memoria personal las respuestas reminiscentes de mi sistema óseo.cuando me daba por hacer gimansia sueca en aparatos. Llegar con Analogías somáticas con loas pèrformances iniciales de los pibes, podría remotamente alcanzarlas sólo con la ingerencioa de impensables dosis energetizantes de un Gatorade viagral. ..que no existe la combinación.
Lo que me queda de pujanza braquial, como de tonicidad en las fuerzas pedestres de mi pálida anatomía desfalleciente, apenas alcanzan para el ahorro de una alcancía bio potenciadora en un país donde no haya IRPF. No aquí, donde vivo y piso. Y cobro...
Me fui. Quedé pensativo.¿Cómo será el régimen de evaluación para saber quién tiene los mejores vuelos y saltos mortales?¿Habrá jueces u obstará los decibeles del pescuezo, la panza o el lomo, estrellándose contra la arenisca?
Para mí que están locos... ¡Váyanse a jugar al fútbol, al ta-te-ti , dominó...o al amor... que tiene mejores recompensas sin riesgos de cardenales mañana!
Pregúntenle si no es así al amoroso cura Lugo, Presidente del Paraguay tropical el que,
como en el tiempo de la colonia en su condición de sacerdote con ancestros institucionales siempre dispuestos a acercarse cariñosamente al prójimo, pernoctaba en el lago de Ipacaraí con tiernas doncellas de la Guarania, enseñándoles el sermón. Nada ha cambiado bajo el sol.

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