miércoles, 17 de septiembre de 2008

Alianza Post Moderna entre lo simple y lo complejo.




Hemos leído clasificaciones de nuestros tiempos como muy abarrocados, estilo rococó, y en el caso de la moda, el extremismo de estar plena de excentricidades por maximalismos,extensiones y agregados. La Sra.Leila Melcor en su blog de observa.com.uy de la fecha, así lo estima.Tiene su cuota de razón, pero no toda la razón en nuestro entender.
Creo que lo exagerado convive en buenas relaciones con lo simple.
Veamos, insistiendo que son buenos e ilevantables los ejemplos sobre los barroquismos de la moda expresados por la bloguista. Pero esa actividad de los diseñadores del nuevo gay trinar de tijeras y confecciones, no refleja exclusivamente que otros componentes de la ideo esfera del comportamiento actual de los uruguayos y del mundo, manejen los mismos criterios análogos de saturación y sumatorias. Creo que son muy potentes, más potentes, las orientaciones hacia lo simple. Voy al súper y ya traigo todo el menú resuelto. Basta ponerlo en el microondas, noventa segundos. Desaparecieron las manos de la abuela amasando el rico pan, no sólo sus joyas que recibieron la gracia de imaginativos orfebres. Los celulares se llevaron las comas, los puntos y comas, las mayúsculas, los tilde, la doble grafía auxiliadora de la “u” tan imprescindible a la supervivencia de la “q” ¡que con la “k” alcanza! Imposible que jueguen hoy las verónicas de Schiaffino o Julito Pérez, Ciengramos o las del Pardo. Obsta tirar ollazos al área para que cabecee alguna forma de vidas con pantalones cortitos hacia el arco, compañero o adversario. Imposible conseguir el realismo de Juan Manuel Blanes que la solución es tirar manchas de óleo en la tela o jugar con útiles de geometría distribuyendo “pescaditos”, “anclas”, encerradas en peceras dominadas por falsos Pitágoras en la pretendida ilusión de ser Torres García. Todo lo sencillito. Si se está investido de un cargo gubernamental, se muestran y demuestran acefalías pensantes y resolutivas, excusándose en que la culpa no es mía, sino del periodista que lo dijo. De esa manera, perezosa y fácilmente, se alivian las presiones sobre incontinencias creativas. Melodías y armonías se simplifican en la pobreza musical y el repetitivo como cansino ritmo del chu-chu chún atrae a los bailarines…que ni se toman el trabajo de “bailar de a dos”, pegaditos. Todo, todo, más, mucho más fugaz y volátil … hasta morir en cuotas con una lagrimita maldita, traída de Bolivia o del Perú. La crisis no está únicamente en las frivolidades soterradas en extravagancias; también en otras simplificaciones de signos opuestos que, no obstante, son convergentes. uenos los ejemplos sobre los barroquismos de la moda expresados por la bloguista. Pero esa actividad de los diseñadores del nuevo gay trinar de tijeras y confecciones, no refleja exclusivamente que otros componentes de la ideo esfera del comportamiento actual de los uruguayos y del mundo, manejen los mismos criterios análogos de saturación y sumatorias. Creo que son muy potentes, más potentes, las orientaciones hacia lo simple. Voy al súper y ya traigo todo el menú resuelto. Basta ponerlo en el microondas, noventa segundos. Desaparecieron las manos de la abuela amasando el rico pan, no sólo sus joyas que recibieron la gracia de imaginativos orfebres. Los celulares se llevaron las comas, los puntos y comas, las mayúsculas, los tilde, la doble grafía auxiliadora de la “u” tan imprescindible a la supervivencia de la “q” ¡que con la “k” alcanza! Imposible que jueguen hoy las verónicas de Schiaffino o Julito Pérez, Ciengramos o las del Pardo. Obsta tirar ollazos al área para que cabecee alguna forma de vidas con pantalones cortitos hacia el arco, compañero o adversario. Imposible conseguir el realismo de Juan Manuel Blanes que la solución es tirar manchas de óleo en la tela o jugar con útiles de geometría distribuyendo “pescaditos”, “anclas”, encerradas en peceras dominadas por falsos Pitágoras en la pretendida ilusión de ser Torres García. Todo lo sencillito. Si se está investido de un cargo gubernamental, se muestran y demuestran acefalías pensantes y resolutivas, excusándose en que la culpa no es mía, sino del periodista que lo dijo. De esa manera, perezosa y fácilmente, se alivian las presiones sobre incontinencias creativas. Melodías y armonías se simplifican en la pobreza musical y el repetitivo como cansino ritmo del chu-chu chún atrae a los bailarines…que ni se toman el trabajo de “bailar de a dos”, pegaditos. Todo, todo, más, mucho más fugaz y volátil … hasta morir en cuotas con una lagrimita maldita, traída de Bolivia o del Perú. La crisis no está únicamente en las frivolidades soterradas en extravagancias; también en otras simplificaciones de signos opuestos que, no obstante, son convergentes. Buenos los ejemplos sobre los barroquismos de la moda expresados por la bloguista. Pero esa actividad de los diseñadores del nuevo gay trinar de tijeras y confecciones, no refleja exclusivamente que otros componentes de la ideo esfera del comportamiento actual de los uruguayos y del mundo, manejen los mismos criterios análogos de saturación y sumatorias. Creo que son muy potentes, más potentes, las orientaciones hacia lo simple. Voy al súper y ya traigo todo el menú resuelto. Basta ponerlo en el microondas, noventa segundos. Desaparecieron las manos de la abuela amasando el rico pan, no sólo sus joyas que recibieron la gracia de imaginativos orfebres. Los celulares se llevaron las comas, los puntos y comas, las mayúsculas, los tilde, la doble grafía auxiliadora de la “u” tan imprescindible a la supervivencia de la “q” ¡que con la “k” alcanza! Imposible que jueguen hoy las verónicas de Schiaffino o Julito Pérez, Ciengramos o las del Pardo. Obsta tirar ollazos al área para que cabecee alguna forma de vidas con pantalones cortitos hacia el arco, compañero o adversario. Imposible conseguir el realismo de Juan Manuel Blanes que la solución es tirar manchas de óleo en la tela o jugar con útiles de geometría distribuyendo “pescaditos”, “anclas”, encerradas en peceras dominadas por falsos Pitágoras en la pretendida ilusión de ser Torres García. Todo lo sencillito. Si se está investido de un cargo gubernamental, se muestran y demuestran acefalías pensantes y resolutivas, excusándose en que la culpa no es mía, sino del periodista que lo dijo. De esa manera, perezosa y fácilmente, se alivian las presiones sobre incontinencias creativas. Melodías y armonías se simplifican en la pobreza musical y el repetitivo como cansino ritmo del chu-chu chún atrae a los bailarines…que ni se toman el trabajo de “bailar de a dos”, pegaditos. Todo, todo, más, mucho más fugaz y volátil … hasta morir en cuotas con una lagrimita maldita, traída de Bolivia o del Perú. La crisis no está únicamente en las frivolidades soterradas en extravagancias; también en otras simplificaciones de signos opuestos que, no obstante, son convergentes.

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