martes, 1 de julio de 2008

El Espíritu del nazareno con la voz de Mateo en el Jardìn tucumano de los Presidentes.


En la ciudad argentina de Tucumán, donde se declaró el 09 de Julio de 1816 la Independencia de la Argentina, país constitucionalmente romano confesional, que también normativizó la libertad de cultos, se reunieron los Presidentes del MERCOSUR y colegas de países que aún no integran el Tratado de Asunción.
El pacto vive uno de sus momentos más dramáticos. Agresiones argentinas a los uruguayos, cerrándoles los pasos fronterizos del río Uruguay; intentos hegemónicos en el bloque por parte de Brasil y de Argentina; peligro de secesión en Bolivia; presencia de Venezuela con el poder de sus petrodólares de gran factor de influencia. En tanto, las viejas asimetrías del parto natal aparecen cada vez más vitaminizadas creando dentro de la pretendida unidad, divisiones entre los “ricos” y los "pobres”, los “chicos” y los “grandes”.
Encabezamos la charada, con una foto conjunta de los mandatarios líderes de los Poderes Ejecutivos de las naciones mercosureñas en tiempos en que la veleta del cambio sopla hacia barlovento y el timón parece dirigir la nave hacia babor, con intenciones de que no hay que esperar más que la torta leude para repartirla siendo perentorio alcanzarle bocadillos a los que ya no tienen ni una miga alimentaria.
Lo cual no obsta para que Uruguay, sin embargo, compre modernos fusiles austríacos y super lanchas artilladas; Venezuela aviones rusos e iguales negocios belicistas con pretensiones de estrategias persuasivas de naturaleza defensiva el resto de los socios.
Apenas llegados al tucumano “Jardín de la República” argentina, los mandatarios fueron a un templo formándose en círculo ante el altar presidido por la cruz del Resucitado. En el corrillo se había juntado la vida ideológica y los dos géneros sexuales con sus características sensibilidades: cristianos, masones, socialistas ortodoxos, socialistas siglo XXI, populistas y algunos especimenes XX e XY que calificar no prefiero porque desconozco y no tengo demasiada vocación de ser detective de creencias terrenales o sobrenaturales. Eso sí: Ninguno de los presentes se molestó- al contrario, lucían felices y sonrientes- por recibir, supongo, la radiación de la Cruz, tan sacra en medio de todos ellos. Seguramente - quizás así sea- les habrá llegado el sermón evangelista según San Mateo, tan sugerente pues la providencia popular y alguna otra, les ha encomendado la trascendente responsabilidad de orientar la vida colectiva de sus respectivos pueblos mediante aquello de “dadle al César lo que es del César”, sea esto, la política.
Así hablaba en Tucumán la tradición bíblica por el nazareno a través de la voz de Mateo apóstol:
Mateo 5.-
38 .Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”.
39. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra:
40. al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto;
41. y al que te obligue a andar una milla vete con él dos.
42. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.
43. «Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo".
44. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan,
45. para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
46. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?

Mateo 6.-

1. «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
3. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha.
19. «No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban.
24. Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.
26. Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
33. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
34. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.

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