miércoles, 29 de agosto de 2007

La Galaxia de don Miguel Raccioppe,perpetuo internauta en el jubileo de sus ondas cincuentenarias




Miguel Raccioppe, irradia vida y fe.



He hecho periodismo en buena parte de mi vida por los caminos del diarismo, la televisión y la radio. En cada uno de esos senderos encontré placeres de diversa matriz espiritual, especialmente muy gratos durante mis 25 años en CX 121 la que, siempre coqueta, en este 1º de setiembre cumple su medio siglo de existencia. Tengo pues, así lo creo al menos, derecho a considerarme un hombre de radio y, en el jubileo de Difusora Soriano de Mercedes, mi psiquis parece sentir, vital, la imagen que del alma dejó el filósofo griego Platón: un auriga que conduce dos esbeltos caballos, uno negro y brioso a las exigencias de la rienda que representa la parte pasional, dionisíaca del espíritu; y el otro, sereno y fuerte, la controlada racionalidad de la conducta, hemisferio apolíneo . Procuré, pues, darle soltura en alternancias a las bridas de los dos corceles , franca sinceridad cuando de emisión comunicacional se trata, pasión e intelecto.
Pese a opiniones controvertidas , nos convoca el pensamiento de Marshall Mc Luhan,sagaz exponente de algunas ideas directrices al procurar en síntesis –tarea ardua- interpretar la Historia y los medios de comunicación. A un mundo tribal imaginario cuando la comunicación entre los hombres se hacía exclusivamente por vía oral, se pasó a un universo visual y lineal del Ser, que se alfabetizó, imponiendo a través de la imprenta, la famosa “Galaxia Gutenberg”, tal la bautizó el semiótico del Canadá.
Hoy se implantó la “era eléctrica”,cuando la tribalidad originaria se reestablece mediante la “aldea global” que congrega electrónicamente a todos los hombres del planeta y allí, haciendo punta, ¡la radio!
Pero frente a otros medios también electrónicos, la radio es un “medio caliente” por la calidez de su mensaje, estimuladora de las grandes facultades de la vida psíquica como la imaginación y las emociones. (Oh! los goles relatados por Oscar Galagorri o la sensibilidad humanística de los laicos sermones navideños de Raúl Esteban Barbitta, milagros descriptivos de la voz microfonada.) Nada de imágenes visuales o textos telegráficos que dan de antemano todo por resuelto, volviendo perezosa la inteligencia, tornando muy primarios los necesarios estímulos que enriquecen de excelencias la vida colectiva.
Creo y considero a la radiodifusión, entonces, como uno de los más atractivos medios de comunicación por:
*Usar la fuerte persuasión de los sonidos y la voz en suprema dimensión comunicante;
*Estar al alcance de la economía de los más diversos públicos sin considerar ninguna limitantes de lugar o espacio;
*Ofrecer una extraordinaria abundancia y variedad de programas que reflejan la heterogeneidad de la vida social y cultural de nuestros tiempos;
*Combatir la soledad, un mal que tanto agrede y fustiga , ofreciendo a cambio intimidad personal, pese a que suman cientos, miles, los oyentes simultáneos de una misma audición radial.
*Utilizar la espontaneidad de la expresión oral y dar margen, también, a la elaboración reflexiva del lenguaje escrito.
Valga lo precedente , hasta incluida cierta tacañería de virtudes elegíacas, valoramos la Radio como un insustituible y relevante Servicio Público, tan democrático a la comunidad por la inmediatez de su lenguaje, el sentido profundo y coloquial de la voz, su benévola popularidad desde que, en cada hogar, existe más de un receptor para un público potencialmente total. (Y en esa postura, plenaria de significantes, esa pareja fenomenal de Crossi y Selios, escuela decana de periodismo magnético dejando discípulos, aún en crecimiento y formación los que ya llegarán a la cátedra de sus maestros Tuta y Quique...)
Es la imprescindible transmisora de los bienes culturales, conciliando la cultura vulgar o popular con la promoción vanguardista de valores señeros , todo sin falsos antagonismos, rigideces ni inflexibilidades.
Posee la capacidad de ser interactiva confundiéndose en una doble vía dialógica los roles del emisor con los del receptor. Empatía de productores con consumidores, educandos con educadores, jugadores e hinchas, artistas y diletantes, políticos y ciudadanos, en un catequizante ludismo de ventajas recíprocas.
Fraterno instrumento de acercamiento para la comprensión nacional e internacional, siempre y cuando los caballitos de Platón no caigan en chauvinismos o actitudes de xenofobia, problemas en definitiva que no son de ella sino de sus usuarios inubícuos.
Además, es una fuerza de trabajo trascendente, dinamizadora de puestos que por suponer el ejercicio de destrezas tecnológicas variadas, contribuye a promover la formación integral de quienes a ella se acerquen , favoreciendo por extensión y ósmosis cognitivo a toda la comunidad.
La radiodifusión tuvo su base teórica en las ecuaciones de James Maxwell del electromagnetismo a mediados del siglo XIX que implicó la existencia de “ondas” que, experimentalmente, luego Enrique Hertz verificó.
En la Nochebuena de 1906 se produjo el primer programa irradiado desde Massachussets, EE.UU. Ya en la década del 20 Uruguay iniciaba su tan potente era radial, hoy consolidada e integrada a la idiosincrasia nacional y a su imaginario colectivo.
En nuestro Interior, la radio tiene una presencia tan variada y continua que es imposible sustraerse a ella al construir el clima ambiental del relacionamiento más gregario, sean los citadinos, como las vecindades rurales , el solitario pastor ecuestre, el puestero de estancia que jinete recorre montes o las extensas sementeras y potreros, uniéndolos a todos -más allá de las distancias en la información o el entretenimiento comunes y compartidos por la magia del dial polivalente- en la capacidad de la elecciones múltiples, expresión de libertad de la cual Difusora Soriano se enorgullece de haber salida tan favorecida a partir de las autonómicas opciones de la gente.
Mercedes, con las experiencias de 1912 del Director del Liceo, el inolvidable prof. Luis Alberto Zanzi cuando hizo escuchar con una piedra galena un aparato llamado “Marconi”, en homenaje al italiano impulsor de la “telegrafía sin hilos”, inició la historia del suceso .
En ese prodigioso 1912 se hicieron demostraciones desde el Estadio Koster, ex Plaza de las Carretas de los Cerros Blancos, arco de la arbolada Coquimbo, hoy Avda. Fregeiro.
En tanto desde la actual Farmacia Fernández Genolet con los hermanos Nonnenmacher se vendían los primeros aparatos.
El 1929 Julio Peirano instaló Radio Electra CWSN frente a la escuela No.11. El pionero transmitió desde el ex Field Oficial, actual sede del Liceo “Campos”, un partido ente Dolores y Mercedes y un medio tiempo entre Paysandú y Soriano.
A todo ello, aparecieron por 1930 muchos radioaficionados: José María Gondra, Emilio Gómez, Francisco Méndez Días, Héctor Symonds, Aníbal Frabasile, Carlos Estala y el Dr.Alfredo Alambarri, entre otros.
En 1939 nace CW 29 Radio Litoral, instalada en calle Colón frente a Plaza Independencia, propiedad de Bautista Abbo. La“Litoral” fue cambiando de dueños y de sedes. Su programación en contenidos temáticos no difería de las actuales emisoras. Desapareció por 1940.
La Galaxia de Miguel Raccioppe.-En la década de los años 50 el nombre de don Miguel Raccioppe ejercerá un influjo renovador y transformador que cubre todo el resto del siglo XX y se proyecta, audaz y lúcido, en estos años iniciales del XXI.
Por 1956 con un exótico y para muchos ignoto“grabador”, traído por Don Armando Rossi, Miguel Raccioppe Balseiro tenía al mediodía un espacio en Radio Colonia del departamento homónimo, denominado “Aquí Mercedes” que recogía los sístoles del corazón de la ciudad. Fue la “previa”, el “aguante”, tal el lexicón de los jóvenes de hoy al aguardarse un acontecimiento con curiosa ansiedad.¡Qué se produjo! en su añorada parición hertziana desde la única casa en que ha vivido, la de Castro y Careaga casi Sarandí, ex finca del excepcional músico don José Segú, ahora doblemente histórica por acumulado testimonio sonoral.
El 1º de setiembre de 1957 salía oficialmente al aire CW56, hoy CX 121,Difusora Soriano de Mercedes , hito cultural de gloriosa proyección cincuentenaria que arriba, sólida, fuerte, magisterial y paradigmática con acentos paternales y maternales, imperium en el dial de la región. Lanza al viento el diagrama perfecto de una onda participativa, abierta al pluralismo más heterodoxo.¡Palabra!
Las voces amigas de la Difusora - para el slogan feliz y cuantitativo “la más radiante”, para nosotros también compatible con el cualitativo de “la espléndida radiación”- están siempre prontas, tanto a la filantropía asistencial de quién recurre en el trance amargo al Verano, Otoño, Invierno y Primavera Chaná, como para la información personal hacia el lugar más recóndito e inaccesible.
Advierte la 121 A.M., si acaso la maestra no concurre a la escuelita rural, evitando, sobre escarcha o rispideces caniculares, la innecesaria cabalgata del pequeño escolar. O en radiar el acontecimiento impar del natalicio de un parto afortunado o la desgracia funeral.
En orientar sobre el feriado farmacéutico o del turno de la estación de combustibles.En ser la “Celestina” de amores procesales mediante el regalo musical y galante que ahuyenta timideces de cara a cara en vísperas del noviazgo virtual que madura frugal.
En polémicas de campanario, afines a la vida política con apegos profundos de laicismo e igualdad de oportunidades para opinantes antagónicos en el hermoso trasiego dialéctico de las controversias que ennoblecen el entendimiento y la salud parroquial. En el entretenimiento jocoso que... no sólo de pan vive el hombre. En la cartelera laboral y profesional... que de pan también se vive!
En el Primer Plano Informativo del suave y armónico equilibrio entre objetividades y subjetividades, creíble animador de reflexiones....”porque lo dijo la Radio”, sentencia de prestigiosa cosa juzgada.
En el bálsamo de las jamás interruptas Madrugadas 121, se acortan las horas del noctámbulo forzado , del empedernido de las noches largas, las del esclavo del estrés insómico.
Vivimos en Mercedes, en el Soriano querido de nuestra nacencia. Vivimos la Radio...¡Gozamos de sus proclamas aeronáuticas de la patria y pago chico, radiofónico paisaje, amado, limpio y puro con sus alegatos frescos y renovados de un lozano manantial hertziano!
Ahora...¡venga a nos una novicia y pujante centuria con la fortaleza que incubó su destino inaugural de medio siglo creativo, tremolando los advientos de un ciclo de perpetuación y relevancias que, por deseables, serán siempre virtuosas en su bienhadado porvenir!

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