jueves, 12 de abril de 2007

....Y VINO DE ASÍS !


¡Siento en el alma la herida felina que a muerte llamó
Padecida por aquella avecilla ,ser que siempre me amó.
Alegraba mi existencia con verdes caricias de voz,
Semejanza que a ciertas criaturas ofrenda la gracia de Dios.

Dialogaba verbos con cualquier querubín
Preferencias menudas a su natural amor serafín
Y en cada mañana bendecía un ¡hola! de anís
Que aún triste en mis amigos resuena ese don venido de Asís.

Adiós mi lorito, chueco, desplumado y picotón..
¡Adiós! Margarito, del rico y oportuno lexicón.
Dejaste la duda si volviste al pesebre de Jesús
o al universo bondad de Emaús.

¡Cúanta tristeza yo soy!
¡Me ahoga el dolor de no saber dónde estoy!
Mis lágrimas inocuas, silentes ,se deslizan frecuentes:
- Pido santo perdón al vero sufrir de pobres dolientes...

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